martes, 22 de noviembre de 2011
Paseo por el río Tripes en Tui
viernes, 18 de noviembre de 2011
Serenidad
Creo que existe un paraíso. Y que es real. Sin embargo también sé que no se trata de ningún lugar concreto. El paraíso que conozco es un estado asombroso. El formar parte de otra persona. Un todo. Un instante. Y ese momento es para siempre...
jueves, 17 de noviembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
OCEANOS
“Bajo el agua, pretendemos estar divididos. Sentimos esa tensión y fluidez. Nuestra auténtica expresión. Cuando buceamos, aceptamos lo que somos. Sumisión al misterio. Mi descontrol duerme dentro de mi. Duerme y se agita. Allí abajo, solo, me dejo llevar. Con el cuerpo pesado y la conciencia ligera.”
viernes, 14 de octubre de 2011
recuerdos del pasado
...la mirada se dirigió hacia los libros que cubrían los estantes. Libros clásicos que hacia tiempo que no tenía en sus manos. El padre le dejó una biblioteca que le trae recuerdos de la infancia, donde las horas de los días de lluvia y niebla, las llenaba con historias de viajes, aventuras, triunfos y derrotas. Eran los compañeros de su vida. Los personajes que ahora cubría una ligera capa de polvo. Y ahora, los tenía en la mano para rememorar esa infancia perdida, esa infancia llena de recuerdos. El reloj se había parado en el momento de dejarle su padre. que casualidad!. Todo le recordaba la imagen de tiempos mejores. Volverá a rememorar ese instante....
jueves, 29 de septiembre de 2011
LA CÁMARA BUSCA EL CAMINO.
jueves, 15 de septiembre de 2011
LEÓN. VER Y DEJARSE VER II
miércoles, 14 de septiembre de 2011
LEON. VER Y DEJARSE VER
martes, 6 de septiembre de 2011
paseo por La Ciudad
En el recuerdo,
Agua y piedra. También una música armoniosa que, según los días, puede ser la del batir de las campanadas mas serias que uno sea capaz de imaginar; o la del mismo batir de la lluvia contra los cristales de las galerías; o acaso la del zumbar del viento en las torres gemelas de la catedral, enormes y hermosos cipreses de un camposanto rutilante a par de las que,
miércoles, 20 de julio de 2011
miércoles, 6 de julio de 2011
miércoles, 22 de junio de 2011
poema 1
Recuerdas niña lo bien que antes
sabíamos callarnos,
volcarnos por ejemplo aquellas tardes
sobre la barandilla fresca
y mirar a la ermita, sólo eso
Tanta fue la traición luego
de los días agotadoramente largos
que nos volvimos charlatanes, locuaces,
alegres bailarines ante el éxito de cualquier
insensata labor de vigilancia
Signos del declive ya por entonces
te hablo de los años amarillos:
una tras de otra las nueces salían negras
los melocotones ásperos olvidaron oler a melocotón
por esos días se jodió todo niña, eso pasó
Se bifurcó salivosa la trayectoria
de nuestras paciencias, todo se hizo
pequeño y tropezamos en cada esquina,
denegamos cautos nuestro derecho
a no cerrar los ojos en presencia del otro
Caímos alarmados en la cuenta
del mínimo espacio de nuestra soledad
sin rincones ni cerrojos
corrimos a comprar candados e hicimos celosías
en los vanos y arrancamos las aldabas de por fuera
Añoramos subterráneos sin accesos donde
calmar el latido de cada encuentro accidental
(no los había de otro modo),
celosamente extraños entre extraños
enloquecimos niña, eso pasó
Minuciosos escrutadores de nuestras costuras
nos rendimos sin luchar como se suele,
llamamos melancolía a lo que era
ya entonces tristeza espesa como azogue
y gritamos ante farmacias sin receta
Nos fuimos niña, eso pasó
cada uno por su lado al mismo sitio
nítido, de recintos descuadrados,
vacío de heladas y de tardes
… … … … … … … …
… … … … … … … …
recuerda aquel entonces como yo
verás que era perpetuo el silencio de los días
que éramos dioses nombrados cada víspera
que tuvimos el infinito entre las manos.
a.r.seguín
viernes, 17 de junio de 2011
ORIGEN
La primera entrada del tomo 67 de la enciclopedia Espasa es Varjalva.
[Geog., población del antiguo comitado húngaro de Torda Aranyos. Rumania. A 10 kilómetros al NE de Torverezko, en la orilla derecha del río Aranyos, afluente del Maros, perteneciente a su vez a la cuenca del Danubio... 1200 habitantes magiares y rumanos...]
Ahí nació F. Él mismo lo confesó una tarde que navegábamos entre Aguiño y la Isla de Sálvora. Me contó también que en 1982 estuvo dos semanas buscando el lugar y no dio con él, que vagó como un amnésico por aquellas montañas sin tropezarse con nadie...
Cuando desembarcamos, Sálvora estaba desierta.
El mundo envejece, le dije señalando las casas abandonadas.
Especialmente alguno de sus rincones, añadió F. sonriendo.
miércoles, 15 de junio de 2011
Dublinesca: Vila- Matas
(Dublinesca, pág. 84
salamanca III
salamanca II
salamanca
miércoles, 30 de marzo de 2011
¿De qué va eso de la Lomografía?
Casi una década después, la popularidad de la LOMO LC-A estaba de capa caída, pero un grupo de estudiantes austríacos se encontraron con esta adorable cámara en algunas tiendas de fotografía antiguas, compraron un par para divertirse, las cargaron con películas, dispararon desde arriba, con la cámara entre las piernas, desde la cadera e incluso a veces miraban por el visor.
Después de revelar la película en su supermercado de confianza del barrio, se encontraron con una verdadera sorpresa: miles de imágenes divertidas, tristes y estridentes de su pequeña aventura, con enfoques y desenfoques maravillosos. Era la vida en vivo en la República Checa. Las imágenes eran increíbles. Todos los presentes se vieron sobrecogidos por una aplastante sensación de alboroto como nunca antes habían experimentado.
Lo que ocurrió después era de esperar. Al ver las increíbles fotos, amigos, familiares, extraños, ¡todos querían tener su propia cámara LOMO! En 1992 se fundó en Viena la Sociedad Lomográfica (Lomographische Gesellschaft), con el fin de llevar el mensaje de la LOMOGRAFÍA a todos los rincones del planeta.
La esencia de la Lomografía son las fotografías:
potentes, intensas, alocadas, tremendas, únicas, crudas, excitantes, sexy
todas estas fotografías están sacadas con una cámara digital, pero tratadas con el efecto de como quedarían con las cámaras Lomo o las cámaras Holga.
viernes, 25 de marzo de 2011
GANAR LA VIDA
Debo a la intuición los caminos por los que transito. Me ofrece el rumbo y yo pongo los argumentos, procuro colgar cada cosa en su colgante. Admito la parcialidad, es inevitable pero no capaz de emborronar cada conclusión. Algunas son útiles, funcionan y hacen funcionar.
Por ejemplo: la relevancia de la acción y el pensar individual en lo social. Es falaz la imagen del individuo como un ente subsumido en el grupo; es falaz la idea de que el grupo es un sistema que funciona sin consideración, a pesar de, al margen de sus elementos. El individuo tiene espacio para actuar e ineludible responsabilidad de actuación, según sus intereses e ideas. El hombre es agente de cambio, cada uno de nosotros lo es.
Llamemos a esto "ganarse la vida": el individuo piensa y concluye, se organiza, colabora, llega a acuerdos, fuerza pacíficamente los barrotes, convive y ayuda a construir un ámbito para todos... Esto puede echarse fácilmente abajo: menuda utopía, algo de deporte, un virus, un peligro grande, la cosa está mal, métete en tus asuntos, plan de necesidades urgentes: aquello sin lo que no podrías vivir y por lo tanto tienes que tener cueste lo que cueste aunque no valga nada...
Hay potencial en el hombre, pero no en este hombre necio contemporáneo, ciego, interesadamente memo, que no se responsabiliza, que se deja llevar, que no es nadie y somos todos, hedonista obsesivo que añora a Epicuro, que en lugar de afrontar se esconde detrás de fármacos y excusas, inicuo e inocuo... Podría culpar al sistema y a las circunstancias pero lo culpo a él, a cada uno de nosotros, porque no somos neutros ni odres vacíos que llenar
antonio romero seguin
http://antonioromeroseguin.blogspot.com
martes, 22 de marzo de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
LA COSTA
LA OTRA TARDE.
Sube la escalinata del monumental edificio con el corazón debocado, pasa bajo el enorme dintel y penetra en la sala diáfana y vacía. Nadie a la vista. Nadie diserta desde el púlpito, nadie en el altar, nadie si no lo consideramos a él que se mueve cauto sobre una tarima de geografías geométricas. La luz de la tarde irrumpe por el rosetón de la fachada y barre el centro de la sala, bajo la cúpula, sin iluminar decididamente nada: un foco tenue que se desplaza en diagonal hacia la izquierda buscando perezosa objetos inexistentes. La iglesia es un arquitectura moderna que más parece un edificio de oficinas por fuera y un pabellón polideportivo en su interior. No hay actividad ni parece haberla habido nunca. Sólo la artificial limpieza impide creer que el lugar ha sido abandonado.
Sale al exterior. Desde lo alto de la escalinata observa la ciudad. El horizonte interrumpido por altos edificios. Una maqueta vacía y frágil. Cae la tarde. Nada ocurre. Pasea, toma una bocacalle cualquiera que desemboca en una avenida amplia de doble sentido. La gente pasa a su lado, silenciosa.
Deambula por calles intercambiables que no reconoce. No ve ni escuha nada excepcional o sorprendente. Ni saludos ni amenazas. Se detiene ante un escaparate lleno de televisores cuyas pantallas están apagadas y devuelven su reflejo. Se entretiene gesticulando unos minutos. Los transeúntes no se detienen. El tiempo no pasa: la tarde parece congelada bajo una luz de escenario vacío. La función no comienza. La noche no llega.
Entra en un local poco iluminado y desierto. Emerge perezoso un camarero por una puerta lateral con gesto de haber sido interrumpido. Se sitúa ante él, le sirve y desaparece. Bebe lentamente y su sed se mantiene intacta. Pasa por el retrete, paga y vuelve a la calle. Su sombra se proyecta todavía nítida en la acera. Pasa junto a un individuo que vende globos, pasa junto a un individuo estático disfrazado de dios egipcio, pasa junto a un individuo vestido con gabardina y pantalón de camuflaje, pasa junto a una mujer obesa que sostiene una bolsa de supermercado llena de fruta.
Camina a casa, se tumba en el sofá después de bajar las persianas. Se siente algo vacío y sólo. ¿Quién no se siente así en ocasiones?, piensa. Se acuerda de la cerveza que sigue en su estómago, transformándose en otra cosa y dejando un regusto ácido. No tiene hambre, ni frío, ni sueño. F. no detecta ninguna necesidad. Si acaso, forzando un poco, algo de sed.
Todavía se van sucediendo otros pensamientos pero decidí dejar de enumerarlos. Me fuí de su lado sin despedirme.
ANTONIO ROMERO SEGUIN